¡Bienvenido Seas y Eres Siempre Amado Amigo!
El 25 de septiembre de 2023, la vida de mi Mejor Amigo, de mi Protector y Maestro, de aquel que me enseñó a disfrutar las cosas simples de la vida; con quien pasé las buenas, las malas y las peores que me habían tocado vivir en mis treinta y un años de vida. Quien siempre me impulsaba a seguir adelante y quien me mostraba que a pesar de toda la adversidad, la vida siempre valía la pena. Aquel hombre, aquel Ángel Guardián, protector, amigo y segundo padre, dejó repentinamente el plano terrenal, para dejar en mi un vació y una herida con la que tendré que aprender a vivir, pero que nunca sanará del todo.
A pesar de esto último estoy seguro que Sergio, mi segundo padre, ahora goza de un descanso pleno, eterno y dichoso; me consuela pensar que, si Dios lo llamó a su lado de una forma tan repentina, es porque necesitaba con urgencia su gigantesca alma, para ayudar desde el cielo a una tierra que clama por vivir en paz, armonía y amor. Y nadie mejor que Sergio para ello, porque era un Ser de luz, en el que todas estas cualidades abundaban y cubrían a todos los que tuvimos el privilegio de compartir su vida
Gracias a Dios, siento a Sergio en mi vida todos los días y sé que será así siempre, hasta que, si Dios lo permite, volvamos a encontrarnos en la otra vida. Desde su partida, he soñado con él varias veces y sé por ello que se encuentra bien y que nunca dejará de cuidarme y estar pendiente de mí. Y tengo claro que deberé estar pendiente de su familia siempre, tanto como si fuese la mía; porque lo es y lo será siempre.
Gracias Sergio por enseñarme a nunca rendirme, a nunca perder la humildad ni la conciencia y capacidad, para observar a la gente que sufre a mi alrededor y siempre estar abierto a tenderle la mano. Gracias por enseñarme a no limitarme nunca para alcanzar mis sueños. Gracias porque como lo hacen los verdaderos amigos y maestros de vida, también me indicabas mis errores o mis descuidos y me ayudabas a enmendarlos y a vivir mejor.
Gracias por tanto amor, por ser luz y compañero en mis momentos de mayor soledad y tristeza; por tu capacidad asombrosa para detectar cuando necesitaba hablar con alguien y ser tú quien me escuchaba, me entendía y me animaba para nunca tirar la toalla y sonreírle a la vida. Abraza ya la otra vida, en la que ahora te encuentras, vete en paz y descansa. Nos volveremos a ver algún día, pero aún no, aún no.
Yo honraré tu memoria, poniendo en práctica todas las enseñanzas que me dejaste y viviendo cada segundo de mi vida al máximo, entendiendo que el cielo es el límite.
Y ya tenemos tu altar listo para el día de muertos, con tu pan dulce, arroz con leche, camote y tu Coca Cola, que tanto disfrutabas.
Agradezco a Dios haber nacido en México y poder celebrarte e invitarte cada 2 de noviembre a tu fiesta y la de todos nuestros difuntos.
¡Bienvenido Seas y Eres Siempre Amado Amigo!
FELIZ DÍA DE MUERTOS A TODAS LAS FAMILIAS MEXICANAS
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